16 septiembre 2007

LA CONCENTRACIÓN MISMA DEL SER PROFUNDO




¿Se acuerdan de Conquistadores del fin del mundo, ese reality que transmitía canal 13 durante el auge del formato recién llegado a este lado del universo? Eso pensé. Y es que nadie lo vió, la única persona que conocí que lo había visto era mi mejor amiga y cada vez que hablamos del tema todos se aburrían. Lo único que se me quedó grabado de este show fue esa frase, aunque me daba risa, ahora es como una especie de filosofía de vida, después de Coffee and TV, claro. Me acordé de esto porque a mi profesora de filosofía - mundialmente conocida como Loop - tuvo la brillante idea hace un par de años de obligar a los púberes de cuarto medio a escribir un ensayo sobre su problema existencial, este año no fue la excepción. Personalmente, no me molesta escribir sobre una variedad de estupideces tipo corriente de la conciencia y llenar interminables hojas de papel, pero hay muchos que si tienen un problema con el tema en cuestión. Somos adolescentes, a quién demonios se le ocurre mandar a escribir sobre un tema que, primero, es demasiado amplio y segundo, puede causar efectos irreversibles en una persona. Porque hay todo tipo de personalidades en esa sala de clases con 42 energúmenos, desde el que le da lo mismo hasta el suicida, el primero no va a saber cómo llenar las seis planas y el segundo de sólo intentarlo es probable que termine colgado de una sábana. Pero Loop es tan terca que ni el departamento de lenguaje ni nosotros logramos que cambiara de opinión. El trabajo va y es para el primero de octubre. Hay tiempo dicen por ahí, pero hay que descontar las semanas de pruebas y la semana de puro tiqui tiqui ti, en que el nivel de producción se iguala a cero. Mi problema existencial ahora vendría siendo…..saber cuál es mi problema existencial. Tenemos varias opciones para elegir cómo empezar el tema, la idea es saber el quién soy yo y el de dónde vengo y a dónde voy. Puedo optar por una visión superficial que se inclina al lado materialista del mundo o algo más deprimente, como mente enferma. También está la amargura y la comedia, pero definitivamente me acomoda más la última. Actualmente el único tema que me hace cuestionar mi presencia en este mundillo es el típico qué voy a estudiar. Es muy lamentable que mi mundo gire entorno a eso en este momento pero compréndanme, vengo de una familia tradicional y de un colegio-burbuja en el que nos enseñaron cómo hundir al compañero para sobresalir uno. Solamente ayer me hicieron la pregunta tres veces y a las tres respondí un tímido no sé, porque a partir del momento en que uno lo dice, te miran con cara de decepción. Es terrible. Y uno con ganas de hacer cosas, con hartas ideas en la cabeza que ya empiezo a sospechar que se quedarán en el cerebro apolillándose, porque nadie te apoya o porque te infundieron tanto el miedo al fracaso que el único camino correcto visible es Derecho o Medicina. Uf, que estresante, es que me cuesta romper esquemas, porque parece que lo tradicional y lo conservador se hereda genéticamente, y lo que más rabia me da es que siento que tengo la capacidad para hacerlo, y las ganas pero me han cortado tantas veces las alas que de águila terminé en polilla y si sigo así voy a terminar en mosca. La verdad es que no sé que hacer, el reloj y la familia me presiona pero yo sigo creyendo que uno de estos días los planetas finalmente se alinearan y por fin elegiré el camino correcto. Sospecho que no es ni Derecho ni Medicina. Esta televita adicta sueña con lograr varias cosas, lo único que tiene que hacer es unirlas todas y convertirlo en un solo sueño y para lograrlo, harta creatividad, ganas y aplicar los 7 hábitos no más.




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