23 septiembre 2007

Así no quería Terminar







Se nos va el 2007 de a poco pero bien rápido. A esta altura, ya era hora, por qué demonios se demoró tanto, pero si alguien me hubiese preguntado hace cuatro años cómo hubiese querido pasar mis últimos dos meses de colegio definitivamente no sería así. Sonará bien imbécil pero mi visión de cuarto medio era bastante superficial, llenó de momentos dignos de sweet sixteen. Nunca pensé que terminaría preguntándome innumerables veces qué hubiese pasado si, pero la última vez que lo hice terminé dándole una respuesta. Probablemente a esta altura bebería más alcohol que toda mi familia junta, me olvidaría de todos mis sueños y tendría mis notas por el suelo (sí, incluso más que ahora) al igual que mi dignidad. Pero en fin, ya lo superé y me costó un poco. Es verdaderamente lamentable admitir esto pero sí, en su momento quise ser parte del típico grupo que la llevaba en el colegio, pero terminé siendo parte de los loser y saben qué, aprendí algo valioso de eso, porque aprendí a aceptar esta condición y no como algo malo sino como una fuente de poder. Uno es más feliz, las pelotudeces con las que se preocupa el resto me causan risa, me frustro con las notas porque una vez me dijeron que tenía la capacidad de ser la mejor, además uno conoce quienes son los verdaderos amigo y te das cuenta de que serán pocos pero valen por mil, porque no son buenos amigo, son los mejores. Además las personas más influyentes del mundo son personas sin miedo al ridículo y a las que nunca les importó que los trataran de locos. Tampoco esperé que uno de los mejores colegios de la región, un particular subvencionado en el que terminé de casualidad, terminara como cárcel de máxima seguridad. Porque hace cuatro años todo era más simple, incluso el uniforme, todo era amor, cariño y el saber hundir al amigo porque sacó mejor nota que tú. Yo soñaba con Medicina en la Católica y pensaba que este colegio con tan buena reputación en pruebas de admisión me ayudaría a lograrlo, pero llegó segundo medio, nuevo edificio al otro lado de la ciudad y la jornada escolar completa terminaron por borrar cualquier tipo de sueño con miras hacia el futuro. Terminé perdiendo la fe en la Academia, en los profesores (que no perdieron oportunidad para decepcionarme, incluso hoy), en mi familia y lo peor en mí. Quise hacer cosas en su momento, pero cada vez que pensaba en el lugar en el que estaba, me deprimía. La gente que me rodeaba y que me escuchaba no comprendía mucho. Mis papás con suerte me entienden, en realidad con suerte me entiendo yo, pero siempre dicen que me conocen más de lo que me conozco yo. Verdad, mentira, quién sabe pero cuando trato de tener conversaciones adultas con ellos, siempre termino peleando con mi mamá porque no le gusta que diga la verdad y que hable así porque a veces desea que baile reggeaton hasta las cinco de la mañana y que llegue a casa borracha total, porque así sería una adolescente normal. Es culpa de ella, si yo veo el mundo como se presenta es simplemente obra de ella, porque fue la primera que me puso una tele en mi pieza a los cinco años. Ella me convirtió en una televita adicta y a esta altura no puede esperar que me rehabilite. Fueron ellos los que me dejaron hacer lo que yo quisiera, tener todos los juguetes y cosas que quería, pero no se crean que no fue gratis, igual me esforcé en el colegio, así que me lo merezco. El problema que ese chipe libre nunca lo utilicé en situaciones muy productivas y tengo la sensación de que ya es hora de hacerlo. Cómo, cuándo y qué, no lo tengo claro aún, pero algo me dice que pronto. Dicen que los mejores años de la vida son los del colegio, la adolescencia, pero para mí la vida empieza a los 18. Santiago here we come y la cuenta regresiva ya empezó. Qué PSU, qué NEM, hay que agarrar el diploma de la licencia de cuarto y correr lo más rápido posible antes que la burbuja mecánica termine por encarcelarme eternamente en las inmediaciones del establecimiento del infierno. Se viene la gira y más vale que haya toda la alegría y el alcohol que Brasil promete, porque la gracia salió bastante cara y por culpa de ella no puedo ir al Festival Fénix.

5 Sin Comentarios:

Anónimo dijo...

Pima, me encanta como escribes :D
Me da penita que no vayas a santiago, yo aun peleo con Chivi para que me deje ir, esta cediendo la mujer, pero nosé que ondiss.
Cuidate mucho, un beso :* (L)

Pd: Perdón por no llegar el 18 :(

Sonia :*

Anónimo dijo...

oye primaaa estoy re tristeeee :(
porque la chivita tiene que ser asiiiii :( y los papas en generaaaal :( hayyyyyyy, toy mal mal mal :( (u)

oyeee escribes bkn :), teni talente eaea ! :b, ya te dejo besitoo (l)

Anónimo dijo...

Wen Text

Mila Sinclair dijo...

Hola Paty
Encontré tu blog luego de leer el diario...
Me llamó bastante la atención tu forma de escribir y siento un tanto de satisfacción al saber que que algún familiar mío tiene dotes con las letras y es más amplio de criterio...
En este texto en particular me hiciste revivir momentos de media, sintiéndome similar en varias situaciones, pero cuando creces y miras hacia atrás te das cuenta de que nada fue tan terrible ni definitivo, la vida cambia y está también llena de nuevas experiencias. El punto es no tener un sólo foco de acción y abrir una gama de posibilidades para el futuro.

Bueno, que estés super bien y felicitaciones por tu espacio.

Mile

Anónimo dijo...

Hola mana....

ejaleeeeeeeeeeee te estas haciendo famosa....voy a promover tu blog.....critica constructiva: utilizar comas y puntos (a veces se te olvidan =P)....ya mana te dejo y tamos chateando....a ti te dejaron la tele, a mi me compraron un atari 800XL y nunca he parado, jajajajajajajja. Sobre los gruñidos de mi madre, siempre va arabiar por todo, pescala menos y confía en ti. Te espero en stgo!!!! total...la pieza te espera

bsos

bye bye